lunes, 26 de noviembre de 2018

Lo más importante de tu vida, sólo depende de tí

La vida es un regalo sin duda, es un misterio obviamente y es al mismo tiempo, ¿acaso el juego más difícil de sortear?
Nuestra mente es el director de la orquesta, el escritor de la novela, el compositor de la sinfonía; en una realidad compleja, convulsa, multiprobabilistica, profunda, densa, tan entretejida que su explicación más aproximada nos lleve tan al borde de la paradoja, que nos hace preguntarnos si existe lo que creemos real, o si es solo un producto de nuestra imaginación, o si al contrario en vez de la unívoca posibilidad de ser o no ser, es un multiverso de probabilidades.
A pesar de lo complejo, convulso o innenarrable de lo que tratar de explicar la vida pueda ser o parecer, lo realmente importante es darnos cuenta que lo que sea que pensemos y consecuentemente hagamos, solo nos afecta a nosotros mismos, que más del noventa por ciento de las situaciones de la vida, incluidos conceptos tan abstractos como la justicia, el bien y el mal, y las mismas consecuencias de las acciones, serán sólo el producto de como diseñamos el escenario en nuestra mente, se dice fácil, pero es absolutamente complejo poder tener un equilibrio controlado y con conocimiento de causa de la manera en como percibimos la realidad, pero como decía Nietzche, estas son las cosas para rumear, para tratar de armar y desarmar una y otra vez, ya que al final, sólo el observador paciente y profundo logra hacer su realidad, los demás, sólo forman parte de ella y no en su propia realidad, sino en la de los pocos que tienen la suya propia...

                             ***S***R***C***

Y él, continuo diciendo, lo increíble, emocionante y maravilloso que cada minuto con ella habían sido en su vida, como todas y cada una de las veces que habían compartido, habían quedado grabadas con tinta indeleble en lo más profundo de su memoria y su corazón, de cuanto había significado ella en su vida y de como ésta, había tenido un antes y un después a partir del momento que ella llegó y salió de su camino.

Ya era un hombre mayor, pero cada sílaba de sus palabras tenía impregnada la emocionante y pueril aura entusiasmada de un jovencito, poder tenerla frente a él, era más que una razón para reaccionar de esa manera, su boca desbordaba las palabras, como una fuente que había estado esperando el momento justo para fluir, después de tantos años, estaba frente a frente con la persona que marcó su vida.

Ella, tenía sus ojos poblados de lágrimas y corrían por su rostro de la misma forma que la fuente fluida de frases que acababa de escuchar, inclinó su mirada, respiro profundo varias veces, seso su llanto poco a poco, hubo un prolongado silencio, levantó su rostro y mientras una lágrima rebelde escapaba furtivamente por su mejilla, con su voz entre cortada le dijo:
 Lo siento tanto, yo solo recuerdo que fuiste un pequeño episodio en mi vida, sin ningún detalle que pueda mencionar, de verdad lo siento tanto y no por usted, si no por mí, porque hasta hoy, cuando cada día no es nada más que un tiempo extra cortesía de la muerte, cuando me vengo a enterar que existe alguien para quien fui importante.
El, con toda la emoción transformada en cataratas de lagrimas, respondió:
Recordarte, pensar en ti cada día, fue lo que me ayudó a vivir, el motor de mi existencia y no porque algún día soñé con volver a encontrarte, sino por lo maravilloso y feliz que fue mi vida contigo, lo que me hacía sentir que por haber vivido esos tiempos contigo, todo en la vida, valia la pena...


Sean felices...